Un día te demuestra que te quiere o le gustas mucho, y al otro se porta distante. Te ignora como si no existieras.
El sistema de recompensa o también llamado circuito de placer, causa que al ejecutar una conducta sintamos bienestar, esto hace que queramos repetir la misma conducta para obtener un beneficio ( recompensa). En el caso de las relaciones se trataría de continuar con el vínculo, para lograr obtener recompensa ( interes, afecto) que se sintió al inicio.
El refuerzo intermitente es un patrón de reforzamiento en el que, después de ejecutar una conducta, se obtiene un refuerzo (recompensa) y en otros momentos se obtiene todo lo contrario.
El cerebro segrega adrenalina y cortisol por el estado de estrés y confusión. Esto hace que dediques más tiempo en preguntarte qué ocurre y sentarte a esperar si esa persona vuelve a mostrar el interés de antes.
Entonces cuando vuelve esa persona con esa conducta (reforzador) se siente un subidón de energía, es la dopamina segregada por el cerebro. Esta dinámica de intermitencia crea adicción y enganche, se pasa de estar en abstinencia a sentir una elevación de dopamina, cuando esa persona vuelve.
El término de refuerzo intermitente fue utilizado por primera vez por B.F SKinner, psicólogo social que se encargó de realizar experimentos sobre la conducta humana.
Creó un experimento con roedores en donde se les enseñó a accionar una palanca para recibir alimento.
Tras varias repeticiones, el patrón de conducta estaba creado: los roedores manipulaban la palanca y aparecía una recompensa en forma de comida. Posteriormente, probaron a cambiar ese patrón y comenzaron a darle comida de forma aleatoria.
Esto se realizó esperando que los animales se aburrieran y buscarán comida en otros lugares, lo que sucedió fue todo lo contrario, comenzaron a obsesionarse con accionar la palanca para encontrar comida en el mismo lugar, al no encontrarlo su salud comenzó a empeorar.
Lo mismo sucede con las máquinas de juego en donde se introduce una moneda, se pulsa un botón y sale un premio. Así no siempre salga un premio, las personas se enganchan al refuerzo intermitente.
La dopamina juega un papel importante en las adicciones, cuando hay una privación de esta, se busca como sea volverla a tener. Es por esta razón que las relaciones de montaña rusa e intermitentes, en donde nada es consistente, se vuelven tan adictivas.
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