Esta estrategia se utiliza cuando superar una ruptura se vuelve demasiado difícil o ha sido una relación de maltrato, el objetivo es poner un final al ciclo de hacerse más daño; esto incluye también tomar distancia por un tiempo de lo que se encuentre relacionado a esa persona como amigos, familiares o lugares.
Contener lo que sientes solo hará el proceso del duelo más largo porque no podrás desahogar tus emociones y estas se quedarán en un proceso de estancamiento. Es válido y más que necesario expresar lo que sientes en estos momentos.
En un proceso de duelo es normal no sentir ánimos de hacer cosas ni pensar en nada más que en la ruptura, sin embargo no es bueno quedarse todo el tiempo en la casa. Es necesario hacer cosas que ayuden a despejarse como salir a dar una vuelta, practicar alguna actividad, salir con amigos o hacer nuevas amistades.
- Plasma en un papel todo lo que sientes y las razones por las cuales ha terminado la relación puede ayudarte a desahogarte y a aceptar poco a poco lo sucedido.
- Esta es una oportunidad para conocerte mucho más y mejorar la relación contigo mismo. Comienza esa actividad que siempre has querido hacer y no te has dado la oportunidad, mejora el diálogo que tienes contigo, dedica ese tiempo a conocerte.
- Nútrete de personas que te estiman y valoran, familia, amigos, retoma viejas amistades. Sentir ese calor y cariño puede ayudarte a avanzar en este proceso.
- Dile no a relaciones lianas, que son aquellas que se inician justo cuando la anterior relación acaba de terminar, Un clavo no saca a otro clavo, por más que se quiera dejar de pensar en esa otra persona, buscar a alguien más para reparar un corazón roto te tendrá en una montaña rusa de emociones y te sentirás peor al ver que recuerdas y comparas a ambas personas.
Lo más recomendable es tomarse un tiempo de estar a solas para sanar, darte mucho amor, compartir con personas que te aporten y después de un tiempo intentar si así se desea una nueva relación.
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